Cuestión de origen de Lester F. Ballester

17.02.2025

Geraudí González Olivares

Lester F. Ballester (Las Tunas, Cuba, 1998). Escritor y comunicador social.
Lester F. Ballester (Las Tunas, Cuba, 1998). Escritor y comunicador social.


Es muy válido pensar que son terribles los tiempos que nos ha tocado vivir. No estoy aquí para afirmarlo o negarlo. Sea usted, lector, libre de creer lo que quiera al respecto. Finalmente, nada está dicho; pero es obvio que Lester ha querido (quizás sin proponérselo) mostrar algo de las miserias humanas que todos tenemos muy cerca. Es esto en lo que pienso apenas me siento a escribir este texto. Lo cual me confirma que lo miserable siempre será un buen tema para ¿inventar? breves historias.

Este libro del joven autor cubano podría llamarse de varias maneras, como alguno de los títulos encontrados dentro del propio conjunto de pequeñas historias que conforman el libro. Sin embargo, creo que Cuestión de origen es el que mejor se acomoda. Este "origen" podría ser el de Lester, si tomamos en cuenta que es su ópera prima; pero me resulta imposible no pensar en otros orígenes, en otros umbrales, más vinculados con su procedencia geográfica.

Cada texto es una brevísima historia que, a su vez, casi siempre, refleja personajes y situaciones que se acercan a la realidad, no sólo a la de la vida, sino también a la de la ficción, esa que hemos conocido en algunos relatos pero también en la Historia de la humanidad.

Lester F. Ballesterse mira a sí mismo, no para contarse, no para tomar de sí retazos de sus escasos 23 años. Definitivamente, no es por allí la vuelta. Se mira para tomar de su entorno lo que necesita para contar la breve historia: algunas de estas breves historias. Es su mundo, su círculo, su ciudad, las historias de sus abuelos, abuelas, o esas calles cubanas que tanto encanto, misterio y anécdotas poseen.

El autor cubano divide el libro en dos partes, claramente identificadas una de la otra: "Cuentos de ultramar" y "Cuentos de estaciones". En la primera, reúne 14 textos que mezclan ciertas realidades con la ficción literaria; asimismo, personajes conocidos por la historia cultural, personajes del acervo popular (asumo que cubanos en su mayoría), recreaciones de historias de calle, todo con el mismo rigor que exigen los textos escritos en función del género brevísimo más discutido en los últimos tiempos: la minificción.

En "Cuentos de estaciones", casi todo apunta a la unidad: un texto parece ser la continuación del anterior; o sino, cada texto guarda relación con algún aspecto de los textos precedentes. Esta característica le otorga al libro una dualidad particular, sin que por ello pierda la armonía global del conjunto.

Algún lector distraído podría sentir tener dos libros, pero en realidad los primeros textos en "Cuentos de ultramar" dan origen a la lectura con todas las características que la minificción ofrece a cualquier lector: brevedad extrema, carácter proteico, uso de cuadros, intertextualidad, entre algunas otras. No obstante, los cuentos de estaciones juegan más al riesgo, sin dejar por fuera la firmeza de un género que se ha abierto su propio camino. Y es esta doble moral lo que brinda una posibilidad infinita de lecturas, la posibilidad, sin duda, de que la minificción, el microrrelato, el minicuento, o cualquiera sea la forma empleada para nombrar a la brevedad, siempre tiene entre manos el golpe certero y sin aviso.


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Prólogo de Cuestión de origen (El Taller Blanco Ediciones, Colección Comarca Mínima, 2021)