Entidades sonoras: ecoar un Catecismo salvaje

03.02.2025

 Jesús Montoya 

Wilson Alves-Bezerra  (São Paulo, Brasil, 1977).   Poeta, traductor, crítico literario y profesor de literatura
Wilson Alves-Bezerra (São Paulo, Brasil, 1977). Poeta, traductor, crítico literario y profesor de literatura


Debo decir que este libro, en principio, perfilaba a ser una antología. Iba a tratarse de una reunión de la obra poética hasta ahora publicada por Wilson Alves-Bezerra (São Paulo,1977), con especial énfasis en sus libros: Vertigens (Iluminuras, 2015); O pau do Brasil (Urutau, 2016-2020), este último publicado en diversas ediciones, llevando una continuidad desde el año 2016; algunos poemas que había decidido dejar sin traducir en la antología, cuya mecánica era una mixtura de lenguas: portuñol, francés e inglés, de su obra Malangue Malanga (30 poemas para ler no exílio) (Multinacional Cartonera, 2019); como también un par de textos inéditos, y, finalmente, la adición de la prueba de un proyecto sonoro llevado a cabo por Alves-Bezerra, con arte visual de Ana Persona y producción de Paulo Ninja, titulado: Catecismo Moreninho[1]. Luego del primer experimento, en compañía del propio Wilson y de Néstor Mendoza, quien generosamente acogió estas versiones, decidimos que lo mejor era trabajar con este último proyecto que, hasta el momento, no existía como libro.

De manera que la edición de los textos presentados en este volumen bilingüe recoge por primera vez en letra la composición de Alves-Bezerra. Esta composición como una entidad sonoraes un espacio plurívoco, no solo en un sentido restringido a sus aberturas temáticas, sino también a la performatividad de la voz, que parte de un rastreo de la sociedad brasileña, amalgamando en ella residuos y ruinas del presente. Podemos percibir un collage discursivo que ya como procedimiento estaba siendo ejecutado desde O pau do Brasil, trayendo retazos del escenario político –textos provenientes de la web, de diferentes periódicos, una especie de diario caleidoscópico de múltiples materiales– para enmarcarlos con otros espectros históricos: no en vano el título del texto convocaba a la obra de Oswald de Andrade, a través de una transposición nominal de tiempo y estructura.

Expongo lo siguiente, hago notas, revisito ideas: un catecismo irreverente, la reformulación de boca en boca, de cuerpo en cuerpo, la insubordinación como una columna vertebral de oralidades tentaculares que se despliegan por la voz para otorgar una respuesta: no hay, específicamente, un canto en sentido estricto, su condición es la grieta de simultáneas falas y registros que atraviesan los dispositivos electrónicos como mecanismos de control del poder, hasta una conversación anónima en un quiosco donde se venden bananas. En Catecismo Moreninho,la disolución de la voz en un ¿libro?, y aquí hago una pausa en razón de que me llama extremamente la atención cómo es concebido este proceso por el ¿autor?, ¿intérprete?, ¿rapsoda?: "Catecismo Moreninho é meu novo livro de poemas. Não existe em papel, circula no ar, como um vírus". Esto fue publicado a través del Facebook de Alves-Bezerra el día 14 de marzo del presente año –aunque el proyecto fue lanzado en enero–. En el momento en el que escribo este texto, han muerto más de 120.000 personas a causa de la pandemia del covid-19, en un país en el que a todas luces el ejercicio del poder como necropolítica busca anular la realidad.

Pienso en la asimilación de esta caja de resonancia, traducida como la materialidad de una inmaterialidad, un diálogo donde la voz –pausa, respiración, tono– se hace letra en otra lengua y también en la suya. Esta forma de proceder, de grabar la escritura en la voz, no es una novedad en la poética de Wilson Alves-Bezerra, quien mantiene un canal de YouTube[2] activo desde hace años. Lo curioso de este, ahora, Catecismo salvaje, es observar en su interior el proceso a la inversa: la voz va delante del soporte como libro, hace su metamorfosis desde la web como un campo donde circula de forma viral: la entidad sonora, en su génesis, convirtiéndose en libro, pero ya concebida así con anterioridad.

Como traductor, transfiguro la voz, me apego y alejo de ella, de su ritmo y quiebre como experiencia audible. Catecismo salvaje es una transcriação en migración, lo que está falado, dito, inscrito na voz, es pluriforme en portuzuelano desde el signo como traspaso. No se trata de una modulación específica hacia el español de Venezuela, sino de una representación fluctuada. La recreación y articulación de la caja de resonancia me es sugestivamente apropiativa para, por medio de ella, también hacer eco de la violencia actual venezolana como trazo. Puedo decir que aquí el cuerpo militar de ambas naciones está exhumado y, me atrevería a decir, borrado, como una línea de frontera.


Septiembre, 2020

[1] https://www.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_lt9kzJ5X5_GquwyCMKRojPcrI1GyrUXgE

[2] https://www.youtube.com/user/OUVENDOVOZES


***

Prólogo de Catecismo salvaje (El Taller Blanco Ediciones, Colección Voz Aislada, 2020)