Sommelier
Diana Raquel Hernández Meza

Usted, como lector, es muy probable que haya experimentado verse obligado a saltarse páginas mientras lee un libro, echar un ojo al final o recurrir al índice con la intención de encontrar algún título más atractivo que el del texto recién leído.
En el caso de Cava de minificciones de José Manuel Ortiz Soto, no le ocurrirá la misma desgracia, pues conforme va catando, cosecha a cosecha, no podrá evitar llegar al siguiente capítulo y comprobar que, como los vinos, a mayor antigüedad mayor intensidad en su sabor; conforme avance cada minificción, podrá degustar con mayor placer. A lo único que atribuyo esta magnífica experiencia es al innegable talento y madurez alcanzada por el autor en el género.
La Cava que a continuación tendrá oportunidad de catar, le revelará claros ejemplos de la intertextualidad, algunas ráfagas literarias y eso sí, numerosos giros de tuerca.
Cualquiera que sea su estilo preferido, estoy segura de que terminará identificándose con varios textos: hoy bien pudo amanecer siendo un gigante, una sirena, un fantasma… Dios. Es la ocasión perfecta para no limitarse en conocer y disfrutar de la minificción.
En la "Reserva personal", cual presagio del final de un sublime volumen literario, la muerte toca a la puerta. Todo se convierte en cenizas; al fin somos un puñado de materia en el universo de las letras, puede decidir entre jalar del gatillo o inmolarse con fuego.
Sus papilas gustativas quedarán impregnadas de las notas maduras de esta cava, elija la cosecha de su preferencia.
Aprovecho para agradecer a Manolo Ortiz por realizar esta generosa antología. Celebremos: ¡Salud!
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Prólogo de Cava de minificciones, de José Manuel Ortiz Soto (El Taller Blanco Ediciones, Colección Comarca Mínima, 2020)